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© 2024 World Federation of Hemophilia
Profilaxis es la administración (por vía intravenosa, subcutánea o de otro tipo) periódica de un agente hemostático, con el objetivo de prevenir hemorragias (particularmente aquellas que ponen en peligro la vida o hemorragias articulares recurrentes) en personas con hemofilia. El objetivo de la profilaxis es que las personas con hemofilia puedan llevar vidas activas y que logren una calidad de vida comparable a la de personas no hemofílicas.
La profilaxis debería ser la norma de atención en todo el mundo. La recomendación médica de la profilaxis proviene de la observación científica de datos de pacientes que demuestran que personas con hemofilia leve o moderada (quienes tienen niveles de factor de coagulación de por lo menos 1% o mayores) presentan mucho menos hemorragias espontáneas, tienen menos daños articulares que las personas con hemofilia grave (quienes tienen niveles de factor de coagulación menores al 1%) y una mejor calidad de vida.
A diferencia del tratamiento a pedido (o a demanda), el cual es una respuesta reactiva para detener una hemorragia que está en curso, la profilaxis se administra para prevenir la hemorragia antes de que se presente. La terapia a demanda puede reducir el dolor y el impacto debilitante de hemorragias individuales, pero no puede alterar de manera importante el perfil hemorrágico.
Por tanto, no cambia la evolución natural de la artropatía hemofílica, la cual genera daños musculoesqueléticos y otras complicaciones causadas por la hemorragia. El uso de la profilaxis siempre se recomienda y se prefiere por sobre la terapia a demanda, dado que es ideal que las personas con hemofilia no tengan ninguna hemorragia (es decir, lograr “cero” hemorragias) debido a que cada hemorragia puede causar daños, particularmente en las articulaciones.
Estudios sobre profilaxis demuestran lo siguiente:
Los médicos recomiendan que las personas con hemofilia A o B con un perfil hemorrágico grave deberían recibir profilaxis suficiente para prevenir hemorragias en todo momento. Esto debería personalizarse, tomando en cuenta los siguientes factores:
Hay varios tipos de profilaxis, definidos según el momento en el que se inicia la profilaxis.
La profilaxis continua se administra periódicamente durante varios meses y a menudo años:
La profilaxis intermitente o periódica se administra durante periodos más cortos, usualmente algunas semanas o meses; por ejemplo, después de cirugías o para fisioterapia/rehabilitación.
Las opciones de tratamiento profiláctico ahora abarcan terapia de reemplazo con concentrados de factor de coagulación (CFC) de vida media estándar (VME) o de vida media prolongada (VMP) y terapia sin factor de reemplazo. Al momento de la publicación de este folleto solamente hay disponible una terapia sin factor de reemplazo para personas con hemofilia A, mientras que hay CFC de VME y de VMP disponibles para personas con hemofilia A o B.
Terapia de reemplazo de vida media estándar y de vida media prolongada
La profilaxis con CFC de VME o de VMP se conoce como terapia de reemplazo habitual. Consiste en la infusión periódica de los factores de coagulación faltantes, con el objetivo de elevar los niveles de tal manera que se detenga la hemorragia (FVIII para personas con hemofilia A y FIX para personas con hemofilia B).
La profilaxis mediante la infusión periódica de CFC intenta elevar los niveles de factor de coagulación y siempre mantenerlos en 1% o más altos. Para lograr lo anterior se utilizan diferentes regímenes de dosificación (dosis altas, intermedias o bajas), usando CFC ya sea de VME o de VMP. Las personas con hemofilia deberían consultar a su médico o a un centro de tratamiento de hemofilia (CTH) como parte de su plan de tratamiento.
Un plan y un esquema de tratamiento profiláctico usando CFC debería incluir lo siguiente:
Terapia de reemplazo de vida media prolongada
Los CFC de VMP están diseñados para mantener en la sangre niveles de factor durante un periodo más prolongado. En general, los CFC de VMP ofrecen a las personas con hemofilia las siguientes ventajas:
Profilaxis personalizada para terapia de reemplazo de VME y de VMP
Los regímenes profilácticos a la medida se individualizan de acuerdo con las necesidades de cada persona; es decir, las personas con hemofilia reciben un régimen profiláctico basado en sus propias necesidades. Los regímenes profilácticos también deberían ser lo suficientemente flexibles para modificarse a través del tiempo, conforme cambian las circunstancias de la persona; si la persona con hemofilia continuara presentando hemorragias, su régimen profiláctico debería incrementarse (en dosis, frecuencia, terapia de reemplazo, o cualquier combinación de estas) para prevenir hemorragias.
Un protocolo profiláctico personalizado eficaz toma en cuenta lo siguiente:
Terapia sin factor de reemplazo
Las terapias sin factor de reemplazo utilizan otros mecanismos para permitirle al cuerpo detener la hemorragia debida a factores de la coagulación deficientes en personas con hemofilia A y B. Al momento de la publicación (2021), solamente un producto (emicizumab) se encuentra disponible y autorizado como terapia sin factor de reemplazo para el factor VIII, incluso para personas con hemofilia A con inhibidores. Otras terapias se encuentran actualmente en ensayos clínicos y podrían llegar al mercado durante los próximos años.
El emicizumab no reemplaza al factor VIII faltante en personas con hemofilia A, sino que imita la función del FVIII, de manera que el proceso de la coagulación pueda continuar. El emicizumab solamente puede usarse como tratamiento profiláctico en personas con hemofilia A. No se usa para el tratamiento de episodios hemorrágicos agudos. Por ende, seguirán siendo necesarios CFC para el tratamiento de hemorragias agudas.
Entre otras ventajas del emicizumab se cuentan las siguientes:
PRECAUCIÓN: Mientras reciben emicizumab, las personas con hemofilia que tienen inhibidores NO deberían recibir concentrados de complejo protrombínico activado (CCPa) para el tratamiento de episodios hemorrágicos intraterapéuticos, dado que esto podría resultar en un evento trombótico (dar lugar a la formación de coágulos). (Para obtener más información consulte al CTH y las guías sobre manejo de riesgos.)
Lo mejor es iniciar la profilaxis tan pronto como sea posible, para preservar la salud articular y prevenir la enfermedad articular. Cuando el acceso a CFC es limitado, las dosis bajas constituyen una opción eficaz. El tratamiento subcutáneo puede resolver los problemas del acceso venoso. Esto puede permitir que la profilaxis se inicie a una edad mucho más temprana, y puede reducir el riesgo de hemorragia que se presenta en niños muy pequeños (<12 meses), antes del inicio habitual de la profilaxis tradicional. Al momento de la publicación (2021) se realizan estudios a fin de determinar la seguridad del emicizumab en las personas de esta edad.
Una persona con hemofilia que continúa recibiendo los beneficios de una profilaxis eficaz (lo que significa tener menores episodios hemorrágicos, mejor salud articular, y una mejor calidad de vida) debería continuar con la profilaxis indefinidamente. Esta es una recomendación comúnmente compartida por la Organización Mundial de la Salud, la Federación Mundial de Hemofilia y muchas otras organizaciones internacionales y nacionales dedicadas a la atención de la hemofilia.
QUÉ HACER | QUÉ NO HACER |
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Si usted (o su hijo) todavía no recibieran profilaxis, hablar con su médico o proveedor de atención médica sobre la posibilidad de empezarla. | Pensar que es demasiado tarde para iniciar la profilaxis. Si bien la profilaxis no puede revertir el daño articular, puede retrasar su evolución, mejorar la calidad de vida y reducir la frecuencia de las hemorragias. |
Iniciar la profilaxis lo más temprano posible. | Saltarse o posponer su esquema de tratamiento. |
Abogar por una profilaxis a la medida o personalizada. | Esperar que la profilaxis revierta el daño articular. |
Cumplir con el esquema de dosificación que le indique su médico o equipo de atención médica. | Esperar hasta la próxima cita médica si ha tenido una reacción adversa o una hemorragia; consulte a su médico inmediatamente. |
Si tuviera un evento adverso mientras recibe profilaxis, consultar a su médico inmediatamente; esto abarca hemorragias. | Ignorar hemorragias intraterapéuticas, particularmente las que recurren en la misma articulación, ya que podrían generar una articulación dañada. |
Hablar con su equipo de atención médica sobre la posibilidad de la terapia en el hogar o de la atención compartida con proveedores de atención médica locales. | |
Someterse a exámenes médicos periódicos con su CTH para repasar su plan de tratamiento profiláctico. | |
Llevar un diario de seguimiento de su tratamiento que incluya cualquier evento adverso (consulte la página siguiente para obtener más información). | |
Si la profilaxis no estuviera funcionando para usted, consultar a su médico. |
Es importante registrar la siguiente información cuando reciba profilaxis, de manera que su médico pueda darle seguimiento y asegurarse de que esté recibiendo el tratamiento adecuado para usted.
Hay muchas maneras de llevar un registro de episodios hemorrágicos y tratamientos:
Consulte a su CTH para saber si tiene un método de registro preferido.
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